LECCIÓN 4 JESÚS FUE UN HOMBRE SIN PECADO Texto para memorizar: Fue (Jesús) tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Hebreos 4:15b JESÚS ERA HOMBRE Ahora, consideremos algunas de las cosas que la Biblia nos dice acerca de Jesús y que nos hacen saber que él era también hombre. 1. Jesús nació de mujer tal como nosotros. Aunque Dios era el Padre, Jesús fue concebido en el vientre de María. Se desarrolló y nació como cualquier otro infante. (Gálatas 4:4 “Pero cuando vino la plenitud (el cumplimiento) del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley,”).
2. El cuerpo de Jesús fue como el nuestro. Sabemos esto por las siguientes razones: (1) Creció pasando de la niñez a la madurez como cualquier hombre hace. Lucas 2:52. (Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura (edad) y en gracia para con Dios y los hombres.) (2) Sintió hambre y sed como todos los demás hombres. (Mateo 4:2: “Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces tuvo hambre.”) (Juan 19:28, “Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed.") 3) Se cansaba como otros hombres. Juan 4:6. (…y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.) 3.Las emociones de Jesús fueron como nuestras emociones: (1) Sintió tan gran pesar en la muerte de un amigo, que lloró. Juan 11:34-36. (“¿Dónde lo pusieron?" preguntó Jesús. "Señor, ven y ve," Le dijeron. Jesús lloró. Por eso los Judíos decían: "Miren, cómo lo amaba.”) (2) Sintió compasión por causa de los sufrimientos de otros. Mateo 9:35, 36. (“Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.”) (3) Sintió dolor e ira por causa de la pecaminosidad del hombre. Marcos 3:5. (“Y mirando con enojo a los que Lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Y él la extendió, y su mano quedó sana.”) COMO HOMBRE, JESÚS FUE TENTADO TAL COMO SOMOS TENTADOS NOSOTROS Lea Hebreos 4: 14, 15. (“Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.”) En este pasaje Jesús es llamado nuestro sumo sacerdote. Después dice que él fue tentado en todo, al igual que nosotros. No debemos pensar que la única vez en que Jesús fue tentado fue cuando Satanás vino a él después de que había ayunado durante los cuarenta días y noches. Jesús fue tentado de muy diferentes maneras en diversas ocasiones. En una ocasión, Satanás tentó a Jesús por medio de Simón Pedro, uno de los discípulos. Cuando Jesús habló a los discípulos que pronto debía sufrir y morir, Pedro le reconvino. Pedro dijo a Jesús que de ninguna manera esto le debía acontecer. Satanás utilizó a Pedro para que tentara a Jesús y así evitar la muerte en la cruz. Si Satanás hubiese logrado que Jesús no hubiera muerto en la cruz, no habría salvación para la humanidad. Jesús comprendió exactamente lo que Satanás quería que hiciese. Es por esto que habló tan fuerte a Pedro en Mateo 16:23. (“Pero volviéndose El, dijo a Pedro: "¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.") Lea los versículos 21-23. (Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día. Tomando aparte a Jesús, Pedro Lo reprendió: "¡No lo permita Dios, Señor! Eso nunca Te acontecerá." Pero volviéndose El, dijo a Pedro: "¡Quítate de delante de Mí, Satanás! Me eres piedra de tropiezo; porque no estás pensando en las cosas de Dios, sino en las de los hombres." Todos debemos comprender esto. Hay veces en que Satanás nos tentará por medio de nuestros amigos para hacemos dar la espalda a la voluntad de Dios. Hay otra cosa que debemos comprender acerca de las tentaciones de Jesús. No quiso usar su poder para hacer más ligeras sus tentaciones. Cuando tuvo hambre, Satanás le tentó para que hiciese pan de las piedras. Jesús tenía poder para hacerlo. Pero rehusó utilizar su poder para eliminar las tentaciones que le puso Satanás. ¿Por qué? Porque entonces no habría sido tentado tal como nosotros. No habría sido verdaderamente nuestro representante. Por ejemplo, un hombre hambriento que roba, tal vez se justificaría diciendo: "Cuando Jesús tuvo hambre, hizo de las piedras pan. Esto no lo puedo hacer, pero puedo satisfacer mi hambre robando." Porque Jesús sufrió toda la fuerza de las tentaciones de Satanás, él puede entender y simpatizar con nuestras tentaciones. El, también, nos dará poder para vencer a Satanás tal como él hizo, si ponemos nuestra confianza en él. JESÚS VIVIÓ UNA VIDA SIN PECADO Lea los textos siguientes: Hebreos 4:15; (“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.”) 2 Corintios 5:21; ( Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.”) 1 Pedro 2:22. (EL CUAL NO COMETIÓ PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA;) Esta es una de las formas en que Jesús, como hombre, fue distinto de toda la humanidad. Todos los hombres han pecado. Jesús nunca pecó. Muchas personas no se dan cuenta de que hay dos formas en que un hombre puede pecar. La primera manera es por medio de hacer lo que sabemos es malo. La Biblia nos dice ciertas cosas que Dios no quiere que hagamos. Cuando un hombre rechaza la voluntad de Dios y hace estas cosas, está pecando contra Dios. Vemos, pues, que es pecado alguna cosa que sabemos es mala. La segunda manera de pecar es dejar de hacer lo que sabemos es bueno. Dios nos dice que hay ciertas cosas que debemos hacer. Cuando dejamos de hacer estas cosas, pecamos contra Dios. En Santiago 4:17 leemos: "Al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado." Cuando decimos que Jesús no tuvo pecado, queremos decir que él nunca hizo ninguna cosa que era mala a los ojos de Dios. También, queremos decir que siempre hizo todo lo que era bueno a los ojos de Dios. Nunca hizo lo malo. Nunca dejó de hacer lo bueno. LA IMPORTANCIA DE JESÚS COMO UN HOMBRE SIN PECADO En 2 Corintios 5:21, (“Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.”) aprendemos que Jesús, quien no conoció pecado, se hizo pecado para nosotros, para que fuésemos hechos justicia de Dios en él. Si Jesús hubiese pecado, no podría haber muerto en el lugar del hombre pecaminoso. Habría tenido que sufrir el castigo por su propio pecado. Por ejemplo, supongamos que dos hombres cometen homicidio. Se les juzga y se les encuentra culpables. Después, uno de los dos dice: -Señor Juez, déjeme morir en el lugar de mi amigo. Inmediatamente el juez le contestada: -No. Los dos son culpables. El debe morir por su crimen y usted por el suyo. El culpable debe sufrir por su propia culpabilidad. Ahora bien, Jesús como hombre sin pecado, no fue culpable de nada. El no sufrió a causa de pecado propio. Es por esto, porque era un hombre sin pecado, que él fue digno de sufrir en nuestro lugar por nuestros pecados. |
---|